Foto: Ernst Vinke |
Con
el verano y los cambios de rutinas muchas veces se relaja un poco la
insistencia en comer sano, especialmente en las meriendas. Los peques
pedirán más (y muchas veces conseguirán) tomarse esas patatas
fritas que ven en el chiringuito de la playa o cualquier otro snack
poco sano pero fácil y rápido de comer.
Por
supuesto, no pasa nada si alguna vez se les concede a los peques el
capricho pero esto no debería convertirse en hábito. ¡Hay muchas
meriendas saludables compatibles con el verano que gustarán a los
peques! Desde Sanutri, expertos en alimentación infantil desde hace
más de 45 años, te damos algunas ideas:
- Fruta fresca. Pocas cosas apetecen más en un día de calor que tomarse una pieza de fruta fresquita. Es sano, aporta mucha agua y además está muy rica. Hay muchas frutas de temporada para escoger: melocotones, paraguayos, sandía en trocitos… ¡acostumbra al peque a tomar fruta por la tarde y tómala con él si al principio no le apetece mucho!
- Un helado tipo artesano: los helados son un producto de gran aceptación por parte de los niños, ya que a parte de una fuente de calcio, aportan otros nutrientes y vitaminas claves para la dieta del peque. Si encima lo preparas casero o lo compras en algún lugar de helados artesanales los beneficios serán mayores.
- Un batido de frutas o frutas con yogur: los batidos de frutas caseros o las frutas con yogur son una alternativa dulce, sabrosa, y cien por cien nutritiva que animan a los peques a tomar fruta y a refrescarse en estos días tan calurosos.
- Yogur con cereales: ¡Vitaminas, fibra y energía! es tan fácil como coger un yogur y acompañarlo de los cereales que más le gusten al peque. ¡Puedes incluso mezclar diferentes tipos de cereales!
- Zumo de frutas o agua. En verano es más importante que nunca no olvidar la hidratación, por lo que cualquiera de estas meriendas debería acompañarse de algo para beber. Una simple botella de agua es perfecta o, si tenemos ganas, algún zumo natural.
- Sándwich o bocadillo. Los clásicos son los clásicos: en verano los peques pueden seguir merendando un bocata o, para hacerlo algo más ligero, un sándwich. Eso sí, evitando los embutidos grasos tipo chorizo o mortadela. Algunas ideas son jamón york y queso, jamón serrano con tomate, atún… ¡lo que se te ocurra!
Y
una vez que el peque haya repuesto energías con una merienda sana y
nutritiva… ¡a jugar el resto de la tarde de verano!
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