Foto: crimfants |
El
desayuno es una de las comidas más importantes del día, y más para
los peques: les aporta la energía necesaria para empezar la mañana
con fuerza, y es clave para tener un buen rendimiento académico y
para que esté de buen humor. La teoría la tenemos clara, ¿verdad?
Sabemos que es importante desayunar y cómo debe ser el desayuno
perfecto. Pero, ¿y si el peque no quiere comer nada por la mañana?
Puede
ocurrir de forma puntual (quizá no tenga hambre o se haya levantado
de mal humor) o, todas las mañanas. ¿Qué hacer? Desde Sanutri,
expertos en nutrición infantil desde hace más de 40 años, te damos
algunos consejos:
- Predica con el ejemplo. ¿Tú desayunas? Los peques funcionan mucho por imitación y no van a querer desayunar si no te ven a ti hacerlo. Así que ya sabes: antes de intentar inculcarle el hábito al peque, haz que sea un hábito también para ti.
- Desayuna con él. Al igual que en el resto de las comidas, es muy importante que, si es posible, el peque no esté solo a la hora de desayunar. Desayunando juntos no sólo ayudarás a predicar con el ejemplo, sino que además podrás pasar un ratito de calidad con el peque. Los niños también aprecian los momentos con sus papás, así que posiblemente le guste más desayunar si lo hacéis todos juntos.
- Evita las prisas. Las mañanas se convierten muchas veces en momentos llenos de estrés en los que hay que hacerlo todo a correr, por lo que es posible que el peque reaccione queriendo saltarse el desayuno para tener un poco más de tiempo. ¿Solución? Acostarse un rato antes para levantarse un rato antes. ¡Desayunar con calma es siempre un placer que el peque apreciará!
- Ten en cuenta sus gustos. Quizá la razón por la que el peque no quiere desayunar es que no le gusta lo que le ofreces. Pregúntale qué quiere, porque la solución podría ser sencilla: sustituir la leche por un yogur, tomar un desayuno frío en vez de caliente, salado en vez de dulce… Hay (casi) tantos desayunos nutritivos como gustos, ¡haz que al peque le encante lo que toma por la mañana!
Desayunar
será a partir de ahora mucho más fácil, ¿no crees? Eso sí,
todavía podría pasar que un día el peque se niegue rotundamente a
comer algo antes de salir de casa. ¿Qué hacer? Solo en casos
puntuales, puedes llegar a un acuerdo con él: que tome algo ligero y
luego se lleve un almuerzo
contundente para media
mañana. Así comerá lo suficiente para llegar sin estar hambriento
a la hora de la comida.
¿Le
gusta a tu peque desayunar? ¿Qué trucos tienes para cuando no
quiere hacerlo?
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