foto: Mike Baird |
¡El
verano ya está aquí! Ahora que los días son largos, que hace
calorcito y que luce el sol nos apetece salir al aire libre con el
peque, y la playa es siempre una opción fantástica. Los niños se
divierten como nunca (¡hay tanto que descubrir!) y los papás son
felices al verlos sonreír tanto.
Eso
sí, para disfrutar de verdad el día de playa con el peque es
necesario tomar algunas precauciones de seguridad para no tener
sustos. Desde Sanutri, expertos en alimentación infantil, te damos
algunos consejos para un día perfecto en la playa:
-
Escoge bien la playa. Siempre
con bandera azul, socorrista acreditado y puesto de primeros auxilios
por si pasa cualquier cosa. Son también preferibles las playas de
arena fina y aguas calmadas sin corrientes peligrosas.
-
Protege al peque del sol. La
piel de los peques es muy delicada y la exposición solar les afecta
todavía más que a los adultos. No vayáis nunca a la playa entre
las 12 y las 4 de la tarde, y usad siempre protector solar de factor
30 como mínimo. Aplícaselo antes de salir de casa y luego cada dos
horas o después del baño. Un gorrito y unas gafas de sol
homologadas son también útiles. ¡Y lleva sombrilla para tener un
espacio de sombra!
-
Asegúrate de que el peque esté bien hidratado. El
sol y el calor hacen que las necesidades de hidratación de peques y
adultos crezcan. Dale mucho de beber (aunque no tenga sed, a veces no
se da cuenta), además de frutas con mucha agua como la sandía.
-
No pierdas nunca de vista al peque,
tanto en la arena como en el agua. La playa es un lugar perfecto para
que un niño se pierda, por lo que lo ideal es que juegue siempre
cerca de ti y bajo tu atenta mirada. El agua sabemos ya que tiene
otros peligros: aunque el peque sepa nadar, no lo dejes sin
supervisión adulta en el mar. Intenta transmitirle confianza, que no
tenga miedo, pero también que conozca los riesgos: que le tenga
respeto al mar.
-
Evita los cambios bruscos de temperatura.
Enseña al peque a meterse siempre con calma en el agua, mojándose
poco a poco y acostumbrando a su cuerpo. Es también recomendable que
no se meta en el agua durante un buen rato después de comer.
-
No le quites el bañador. Los
peques son muy felices con el culete al aire, pero lo cierto es que
la playa está llena de fuentes de infecciones. Lo ideal es llevar
una muda para que no tenga que jugar en la arena incómodo con el
bañador mojado.
¿Tienes
planes de playita para este verano? ¿Qué precauciones sueles tomar
tú?
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