Foto: Ed Yourdon |
Son
muchos los preparativos que tenemos que organizar ante la llegada de
un bebé, pero a veces nos olvidamos de que también la madre
necesita cuidados y “mimos” especiales tras el parto.
Tanto si decides amamantar al bebé o si optas por las leches de fórmula, tu cuerpo necesitará encontrar una dieta equilibrada para minimizar las consecuencias que todo parto conlleva y además para aportarte toda la energía que implica ser mamá. En Sanutri, especialistas en el cuidado de los más pequeños desde hace más de 45 años te damos algunos consejos.
Tanto si decides amamantar al bebé o si optas por las leches de fórmula, tu cuerpo necesitará encontrar una dieta equilibrada para minimizar las consecuencias que todo parto conlleva y además para aportarte toda la energía que implica ser mamá. En Sanutri, especialistas en el cuidado de los más pequeños desde hace más de 45 años te damos algunos consejos.
- El primer paso, y fundamental: ¡No obsesionarte con el peso que te queda por perder! Un parto es un gran cambio para tu cuerpo que se ha producido en nueve meses, por tanto has de entender que una buena recuperación será progresiva. Aunque ten en cuenta que debes evitar dulces, refrescos y cualquier exceso de grasas saturadas o de alimentos llenos de calorías como el chocolate o los frutos secos.
- A partir del tercer mes, cuando tu bebé esté más adaptado a su nuevo entorno y siempre bajo la opinión de tu médico es conveniente que empieces a ejercitar tu cuerpo, respetando siempre los horarios de la comida.
- Durante la lactancia (como ya ocurría en el embarazo) sentirás la necesidad de absorber energía y nutrientes (proteínas, vitaminas, etc...) Para conseguirlo deberás seguir una dieta variada y equilibrada, eso sí, debes aumentar un poquito la cantidad de alimento ingerido.
- El desayuno sigue siendo la comida más importante del día por lo que es vital que en tu mesa no falte un lácteo, cereales y fruta o en su defecto un zumo natural. Cuando llegue la mitad de la mañana es apropiado que disfrutes de un pequeño bocadillo, una pieza de fruta o un yogur, puedes ir variando y de esta forma la rutina será más divertida.
- A mediodía no pueden faltar los hidratos de carbono (pasta, patatas, arroz...) verdura fresca y proteínas (carne o pescado), de postre puedes volver a repetir un yogur o una pieza de fruta. También es muy importante respetar el tentempié de media mañana y hacer una merienda ligera (fruta, un lácteo, y algunas galletas), será el aporte de glucosa que te ayudará a llegar a la cena :)
- Al llegar la noche, las verduras son indispensables, puedes acompañarlas con un poco de pescado o un huevo y un postre ligero. El aporte de ácidos grasos Omega 3 es requisito imprescindible, no sólo para ti, sino también para tu pequeño. Si tienes sed, no dudes en beber siempre que lo necesites, aunque deberás centrarte solo en hacerlo con agua o líquidos no azucarados.
Recuerda
que tal y como estabas haciendo en el embarazo si estás de lleno en
el periodo de lactancia debes evitar a toda costa el tabaco, la
cafeína, el alcohol y los medicamentos.
¡Qué aproveche mamás!
¡Qué aproveche mamás!
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