A partir de los 6 meses de edad los pequeños comienzan a ingerir alimentos sólidos, que pueden no aportar la cantidad de hierro suficiente.
El hierro de origen animal, el que se encuentra en las carnes (de vacuno, pollo o cerdo) es el que se absorbe con más facilidad (hierro hemático). También hay hierro, aunque en menor cantidad, en los vegetales, legumbres, yema de huevo... Pero no se absorbe con tanta facilidad (hierro no hemático). Es importante saber que la vitamina C ayudará a absorber mejor el hierro. Es igual de importante asegurar el consumo de hierro, como vigilar que su absorción está siendo positiva (para cubrir la cota necesaria de hierro que necesita su organismo).
¿Cómo afecta al niño la falta de hierro?
La anemia ferropénica se presenta por un déficit de hierro y es uno de los problemas más frecuentes en los niños durante el crecimiento.
La falta de este mineral trae como consecuencia deficiencias en el crecimiento del pequeño. Esta carencia se traduce en falta de apetito, fatiga, debilidad física, comportamiento irritable, incluso problemas de concentración en la escuela.
Pensando en este tipo de necesidad Sanutri, ha desarrollado fórmulas nutricionalmente equilibradas, que aportan la cantidad de hierro adecuada para esta importante etapa del crecimiento.
El hierro que Sanutri añade a sus fórmulas está microencapsulado de manera que no irrita la mucosa, no interacciona con otros compuestos, no se degrada en el estómago ni produce diarreas, con lo que aumenta de forma importante su absorción. De esta manera el hierro que toma el bebé es aprovechado mejor por el organismo para llevar a cabo sus funciones que permiten el crecimiento y desarrollo del niño.
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