Foto: Fimb |
Cuando
los peques son todavía bebés recién nacidos se pasan durmiendo
gran parte del día, pero esta necesidad se va reduciendo conforme
van creciendo. ¿Cuánto tiempo necesita dormir el peque? ¿A partir
de qué edad la siesta no es necesaria? ¿Qué pasa si no quiere
dormir? Desde Sanutri, expertos en alimentos infantiles, te damos
algunos consejos para una
siesta adecuada. ¿Los
vemos?
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¿Cuánto tiempo? A
partir de los tres meses, los bebés dejan de dormir todo el día y
empiezan a tener su propia rutina de siestas. Normalmente se trata de
una por la mañana, otra después de comer, y otra por la tarde. Poco
a poco irán abandonando dos de ellas y quedará la de la hora de la
siesta hasta los 3 o 4 años. En cuanto al tiempo de la siesta en sí,
depende mucho del niño: unos necesitan 90 minutos y a otros con 10
minutos les basta. Eso sí, aunque el peque haya salido dormilón
intenta que no duerma más de hora y media o se despertará irritable
y no dormirá de noche.
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¿Debemos confiar en el ritmo interno del peque para que él solo
establezca sus siestas? Sí
y no: la naturaleza es sabia y el cuerpo del peque las irá
regulando, pero a veces, aunque tengan sueño, les cuesta dormir. Por
eso es importante estar atento a los síntomas de cansancio del bebé
e introducir una rutina de siesta que le ayude. Pero no lo obligues a
dormir cuando a ti te venga bien, ¡eso no funciona!
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¿Cómo debe ser esa rutina? Distinta
a la de ir a dormir por la noche: el bebé debe reconocer que se
trata de la siesta, y no de un sueño más largo. Así, deja que
entre algo de luz en su habitación y no tengas miedo de hacer ruido:
mientras sean moderados, no pasa nada. Puedes además ayudarle con
música relajante, meciéndolo en brazos o cantándole una canción.
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¿Debe dormir en su cuna?
Como quieras: si el peque encuentra otro sitio cómodo en el que
dormir placenteramente, es igualmente válido.
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¿Y si no quiere dormir? Que
los peques empiecen a intentar no dormir la siesta es bastante
habitual a partir de los tres años, ya que a veces no sienten el
cansancio y preferirían seguir jugando. ¿Qué hacer? Obligarlos no
es una opción, pero inducirlos sí funciona. Intenta que estén en
su habitación con su camita cerca y haz que la luz sea tenue.
¡Seguro que al final no se resiste! Eso sí, ten en cuenta también
sus ciclos internos de sueño, a lo mejor estás intentando que
duerma la siesta a una hora que no es la suya.
¿Qué
os parecen estos consejos? Esperamos que os sean útiles para
vuestros peques.
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