Foto: gregglesworth |
Desde Sanutri, expertos en alimentación infantil desde hace más de 45 años, te ayudamos con algunos consejos para preparar este momento y que podáis disfrutar todos del viaje:
- Conviene llegar con tiempo al aeropuerto para pasar los controles de seguridad con los peques.
- Aunque la edad no es un factor que impida a los niños viajar en avión, ya que pueden hacerlo desde los primeros días de vida, es cierto que es recomendable hacerlo a partir de los 6 meses si el viaje no es inaplazable.
- Los niños menores de 2 años pueden viajar en el regazo con vosotros pero es recomendable que le puedas buscar una silla especial (la del coche, por ejemplo) o reservar un asiento para él; aunque la mayoría de aerolíneas para vuelos internacionales tienen cunas y sillas portabebés.
- A veces es frecuente, sobre todo durante el despegue y el aterrizaje, que sufran algunas molestias en los oídos por los cambios de presión atmosférica. Para ello, resulta muy útil dar el biberón al peque o si ya es más mayor, ofrecerle un caramelo o un chicle.
- El peque debe llevar ropa cómoda y adecuada a la temperatura del avión. Si vas a viajar de noche, también le puedes poner el pijama para que le sea más fácil dormir.
- Para que esté entretenido y no le resulte muy pesado, puede traerse su juguete preferido.
- Conviene llevar biberones y la comida habitual del peque, para evitar posibles trastornos digestivos. Debes saber que la prohibición de subir líquidos y comidas en el avión excluye específicamente los destinados a la alimentación de los bebés.
- Si el viaje es muy largo y hay desfase horario es muy probable que los peques, igual que tú, sufran jet lag. Por eso, debes ajustar el horario de sueño de tu hijo dos o tres días antes de viajar. Después de llegar, es aconsejable animar a los niños para que tengan actividad al aire libre o en áreas muy iluminadas durante las horas del día para promover el ajuste.
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