foto: Raphael Goetter |
El correcto descanso de los bebés es un factor determinante para su buen crecimiento. Por eso, que los peques duerman bien es una de las principales preocupaciones que tenemos, ¿verdad?
Como a los adultos, la cena que toman los bebés influye en su descanso. Desde Sanutri, especialistas en alimentación infantil desde hace más de 40 años, queremos contaros qué podemos dar de cenar a los niños para que duerman bien.
A partir de que los peques empiecen a comer de todo, con la evolución gradual necesaria, debemos buscar cenas que cumplan con varios requisitos: que sea ligera, que aporte los nutrientes necesarios, y que se complemente con sus comidas.
¿En qué consiste una cena ligera? Muy sencillo: consiste en alimentos de fácil digestión, y en las cantidades adecuadas: ni demasiada cantidad que impida el descanso del estómago, ni demasiada escasez, para que a los peques no les entre hambre a media noche. Partiendo de estas bases, podremos distribuir la cena en los habituales primer plato, segundo plato y postre.
El primer plato podrá estar basado en vegetales, cremas de verduras, pasta, arroz o legumbres. En cualquiera de sus formas de cocina, estos alimentos son sanos y nutritivos para los peques, y no dificultarán su digestión para dormir.
Para los segundos platos, algunas buenas ideas son los pescados al vapor o a la plancha, tortillas, pavo, croquetas, salchichas…
¿Y qué pasa con los fritos y la comida rápida? Puesto que se trata de comidas bastante grasas, no es recomendable incluirlas en las cenas de los niños de una forma habitual. Aun así, sabemos que suelen ser comidas la mar de apetitosas para los peques, ¡de modo que no estará de más darles esa pequeña alegría de vez en cuando!
En la medida de lo posible, es importante que el menú que vaya a seguir el peque cada noche sea el mismo que el menú del resto de la familia. Con este pequeño detalle, podremos conseguir que poco a poco, los niños se acostumbraren a comer de todo; pero también deberemos tener presente una distribución de los alimentos que no se repitan con demasiada cercanía entre las comidas y las cenas.
Llegamos por fin al postre, para el que lo ideal será ir alternando fruta con lácteos. Para los niños apasionados por el dulce, habrá que reducir los postres grasos y las bollerías, especialmente para antes de ir a dormir.
La leche, por su parte, tiene un protagonismo especial para ayudar a dormir a los niños. Se trata de algo que siempre se nos ha dicho, pero ¿sabemos el motivo? Si la leche ayuda a dormir a los peques, es por su contenido en triptófano, así que el vasito de leche tibia para dormir, ¡sigue siendo una muy buena forma de ayudar a los peques en sus noches!
¿Y cuáles son los alimentos que debemos descartar para las cenas? El chocolate, los espárragos, los embutidos, los quesos, los pimientos, y los alimentos ricos en proteínas son algunos de los ingredientes que pueden dificultar que los niños concilien el sueño, así que deberemos reservarlos para las comidas.
¿Y si los niños comen en el colegio? ¡No os preocupéis! Simplemente tendremos que pedir que nos informen del menú semanal de sus escuelas, ¡y podremos organizar sus dietas teniendo en cuenta todos los factores importantes para su alimentación! Y recordad; se debe dejar tiempo para hacer la digestión antes de ir a la cama: ¡feliz cena, y dulces sueños!
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