Por
todos es sabido que las embarazadas necesitan, durante toda la
gestación, recibir
una serie de aportes de nutrientes especiales para el correcto
desarrollo del feto.
Pero, ¿cuáles son?, ¿es verdad todo lo que nuestras madres, amigas
y entorno nos recomiendan? Hoy desgranaremos uno a uno los puntos
clave para asegurar que tanto la futura mamá como el bebé reciben
todos los aportes necesarios para que el embarazo se desarrolle sin
carencias.
Desde
Sanutri, especialistas en alimentación infantil con más de 45 años
de experiencia os ayudamos. La FAO/OMS recomienda que, durante la
gestación, las mamás pongan foco en unos cuantos alimentos y
nutrientes clave, aquí os los desgranamos uno a uno:
Calorías:
Es
muy importante, sobre todo en
el último trimestre de gestación,
que la futura mamá aumente el aporte calórico de sus comidas. Esto
se debe a que, durante esta etapa, el feto y la placenta están en
constante crecimiento, y el trabajo muscular y cardíaco de la mamá
es mayor. Se recomienda que se aumenten
las calorías de la dieta hasta un 13%, claro
está, sin cometer excesos. El aumento de peso final de la mamá
oscilará entre los 10 y los 13kg, vigilada, siempre, por un médico
quien indicará las pautas adecuadas.
Hierro:
Es
un nutriente clave para el buen desarrollo del feto y para evitar
problemas de salud de la mamá. Evitar la anemia ferropénica es una
de las máximas de la futura mamá, y hay numerosos suplementos
alimenticios que ayudarán a aportar una mayor cantidad de hierro,
si nuestra dieta muestra carencias. Así, una
dieta equilibrada, rica en carne roja, pescado, pero
también los cereales, las legumbres, la soja y las verduras de hoja
verde nos ayudarán a obtener hierro de forma natural.
Calcio:
Las
necesidades de calcio de la futura mamá aumentan, durante el
embarazo en casi un 40% con respecto a su dieta normal. Esto se debe
a que el bebé debe formar sus huesos y sus dientes con el calcio
extra que aportemos, ya que de lo contrario, el bebé se nutrirá
con el calcio de nuestro organismo, pudiendo generar carencias. Los
lácteos y los yogures desnatados
son clave para obtener calcio naturalmente.
Yodo:
El
yodo es esencial para ayudar en el desarrollo cerebral y en la
regulación del metabolismo del niño. De hecho, una carencia de
yodo durante el embarazo podría tener consecuencias muy serias para
el bebé tanto a nivel físico como intelectual.
El pescado, el marisco, las algas, los berros y las espinacas son
algunos de los alimentos que presentan un contenido más elevado de
este mineral.
Zinc:
Una
carencia de zinc durante la gestación puede acarrear alteraciones y
malformaciones en el feto. Así que te recomendamos aumentar los
aportes de este mineral en unos 15 miligramos al día; y muy
especialmente si estás tomando suplementos de hierro, ya que éste
inhibe la absorción de zinc. ¿Dónde se puede encontrar zinc?
Pues en cereales
como el trigo, o frutos secos, semillas y legumbres,
y en mayor medida en pescados, carne magra de buey y ternera, huevos
y queso.
Ácido
fólico:
El
ácido fólico es muy necesario durante las primeras etapas del
embarazo, y muchas veces se administra incluso a mujeres que todavía
no están embarazadas. Esto se debe a que este nutriente cumple una
función muy importante en la formación de tejidos y en el
desarrollo y crecimiento celular. Tanto es así, que muchos estudios
afirman que un aporte óptimo de ácido fólico puede reducir de
forma importante el riesgo del bebé de nacer con defectos en el
tubo neural. Lo encontrarás en vegetales
de hoja verde, cítricos y los cereales integrales.
Vitamina
D:
El sol
es nuestro aliado a la hora de metabolizar la Vitamina D. De hecho,
con un paseo al sol diario, es suficiente para que se desencadene el
proceso de metabolización en nuestro organismo. Pero como no
siempre tenemos esa posibilidad, en ocasiones se suministra a través
de complementos alimenticios. ¿Por qué es importante? Porque la
Vitamina D evita complicaciones durante el embarazo, y ayuda al buen
mantenimiento fetal y el desarrollo óseo y la maduración
neurológica.
Ácidos
grasos Omega-3 (DHA):
Las
necesidades de ácidos grasos esenciales de tu organismo y del feto
son muy elevadas, especialmente durante el tercer trimestre. Quizá
sean los más sencillos de encontrar, ya que están presentes en el
pescado azul, frutos secos
como las nueces, las almendras, las pipas de calabaza y otros
preparados que ahora se pueden encontrar enriquecidos en Omega-3
como los huevos, las galletas o algunos productos lácteos.
Esperamos
haberte ayudado a solventar dudas sobre los aportes de nutrientes
necesarios, pero si tienes más preguntas o crees necesitar algún
tipo de suplemento en tu dieta, recuerda que tu médico es tu mejor
aliado en estos temas.