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Todos los padres reñimos a nuestros hijos ya sea porque tienen alguna rabieta, porque han hecho algo mal o porque muestran un mal comportamiento.
Reñir a un niño no es algo malo si se hace constructivamente, ya que puede ayudar a los pequeños a que entiendan su conducta y poder cambiar su comportamiento. Pero si se acompaña con gritos y malos modos, nunca se conseguirá un cambio positivo en ellos.
Pero, ¿cómo se debe reñir a un hijo para que tenga efectos positivos?
En Sanutri, expertos en alimentación infantil desde hace más de 45 años, te contamos cómo hacerlo:
Continuo aprendizaje
Los niños y niñas desde que nacen están en un proceso continuo de aprendizaje y por este motivo el deber de los padres es guiarles por el camino correcto porque los pequeños se sientan seguros de hacer las cosas bien y sus conductas sean las adecuadas.
La reflexión
Lo que realmente importa al reñir a un hijo es que pueda reflexionar sobre su conducta, y de este modo que el cambio de conducta salga de él.
Cómo conseguirlo
El miedo no es una buena conducta, la única estrategia es usar la calma y la comprensión. Lo adecuado es llegar a acuerdos o al menos decirle por qué queremos que haga algo. Además con las regañinas los pequeños deben aprender a expresar sus emociones y no a reprimirlas. Por este motivo, al fomentar el diálogo y la buena comunicación en familia, incrementa su motivación para un buen comportamiento.
Para que sea constructiva
La base fundamental es el cariño, la comprensión y el respeto mutuo. Se debe entender la actitud del pequeño acorde a su desarrollo evolutivo y actuar con serenidad.
Reñir con criterio
Por supuesto hay que saber qué tipo de conductas se deben reñir. Por este motivo hay que regañar de forma constructiva, con cariño, respeto, confianza, buena comunicación y sobre todo con objetivos claros.
¿Qué te parecen nuestros consejos? ¿Crees que regañas de manera constructiva? ¡Compártelo con nosotros!
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