Foto: peasap |
A partir de los dos años es normal que los peques empiecen a tener de vez en cuando malos sueños: se despertarán en mitad de la noche, agitados y llorando, con miedo a volver a quedarse dormidos y muy nerviosos. Han tenido una pesadilla. ¿Se pueden evitar las pesadillas infantiles?
Los malos sueños son comunes y normales entre los niños, por lo que no hay que alarmarse si no son demasiado frecuentes. Evitarlos por completo no es posible, pero sí que se puede ayudar a que el peque duerma tranquilo y tenga buenos sueños tomando algunas medidas durante el día. ¿Cuáles? Desde Sanutri, expertos en alimentación infantil desde hace más de 45 años, te lo contamos.
- Acuesta al peque siempre a la misma hora. Los horarios descontrolados le provocarán ansiedad, un nerviosismo que hará que tenga más probabilidades de tener pesadillas.
- Procura que se vaya a dormir tranquilo y de buen humor. El estrés es otro factor desencadenante de malos sueños, por lo que hay que evitar que el peque se sienta mal antes de ir a dormir. Crea un ambiente relajado, con luz tenue, quizá algo de música, cuéntale algún cuento bonito con voz suave... se quedará dormido tranquilo y contento.
- La cena, al menos una hora antes de acostarse. Así, cuando se vaya a la cama tendrá la digestión hecha. Tener el estómago lleno o trabajando mientras se duerme puede provocar malestar que, a su vez, provoca pesadillas.
- Evita la televisión antes de ir a dormir. Ya no se trata solo de escenas violentas, sino de la tele en general: muchas veces los peques se excitan o asustan por cosas que aparecen en la tele y que no son a priori violentas o negativas (o no son percibidas así por los adultos). Mejor evitar directamente la televisión antes de ir a dormir.
- Que no haga ejercicio antes de acostarse. Y como ejercicio cuenta también corretear o jugar a algo estimulante antes de dormir. Esa excitación puede provocar malos sueños en los peques.
- Si ha tenido pesadillas antes y tiene miedo, quédate con él hasta que se duerma. Es importante que se sienta seguro y tranquilo para evitar que cada noche sea una pesadilla (que alimentará el miedo a la noche siguiente y un próximo mal sueño). Que el peque tenga claro que no le va a pasar nada.
A pesar de todas estas medidas, el peque podría igualmente tener alguna pesadilla. En ese caso, cuando se despierte de noche, vete a la cama a consolarle y tranquilizarle y evita que hable del sueño en ese momento. Al día siguiente, ya con luz y despierto, podéis hablar del sueño para quitarle importancia o detectar si el peque tiene alguna preocupación que no conocías.
¿Qué tal duerme el peque? ¿Suele tener pesadillas?
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